La terapia individual cumple la función de aumentar la motivación del consultante para el tratamiento y estructurar el ambiente con estrategias de manejo de caso que permitan que les consultantes utilice las habilidades en contextos desafiantes y eventos importantes de sus vidas. El modo del grupo de entrenamiento en habilidades que se encarga de enseñar al consultante las habilidades necesarias para construir una vida que les guste más y aumente sus capacidades en mindfulness, tolerancia al malestar, efectividad interpersonal y regulación emocional. La orientación en el uso de habilidades en el momento (coaching telefónico) implica una práctica de habilidades en el momento en el que son necesarias para el consultante mientras está inmerso en su contexto cotidiano. Se suele usar las llamadas como recurso para proveer este servicio entre sesiones. Por último, el equipo de consultoría que ofrece sostén al terapeuta se asegura que este se mantenga fiel al tratamiento, aumenta sus habilidades y le mantiene motivado. 

La D en DBT se refiere a dialéctica, que significa una síntesis o integración de opuestos. Este concepto rige la práctica en la DBT por los efectos que Marsha Linehan y su equipo de investigadores de la universidad de Washington encontraron sobre la adherencia de los consultantes al tratamiento y los resultados alentadores sobre los objetivos de la terapia. La dialéctica se evidencia específicamente en balance entre cambio y aceptación, entre agenda basada en objetivos y agenda basada en protocolos, balance entre terapeuta como terapeuta y como consultante del equipo de consultoría que baja significativamente el burnout de los profesionales, dialéctica entre un diagnóstico del DSM y la definición de problemas desde una perspectiva conductual, formulación de la teoría biosocial y el énfasis en el entrenamiento de habilidades nuevas. Lo anterior corresponde a las tecnologías de intervención innovadoras que ofrece la DBT 

La B de DBT se refiere a “behavioral” (según las siglas en inglés) conductual en español. Esto se refiere a los fundamentos teóricos basados en los principios de aprendizaje que conducen este modelo de tratamiento. En la DBT se evalúan las situaciones y las conductas que son relevantes para las metas del consultante con el fin de descifrar cómo resolver los problemas en la vida de este. El énfasis se hace en disminuir las condutas que interfieren con los objetivos del consultante, aumentar las conductas necesarias para acercarse a estos y especialmente aprender las nuevas conductas que tienen que empezar a ocurrir para conseguir la vida deseada. 

DBT es la propuesta basada en evidencia para aliviar el sufrimiento de una población necesita desesperadamente un tratamiento ya que representan las tasas más bajas de satisfacción en relación con el resto de los consumidores de servicios de salud mental, según la investigación de Hueston (1990), y forman parte del mayor número de consultas a tratamientos sin evidencia, consumo de psicofármacos con evidencia escasa o casi nula e incluso contraproducente en algunos casos, y son casi un cuarto de la población en hospitalización que tampoco tiene evidencia, incluso existe evidencia contraria específicamente para consultantes crónicamente suicidas. 

Además de atender las necesidades de los consultantes DBT les ofrece a los terapeutas las competencias necesarias para resolver los problemas de esta población con mayor confianza, esperanza al proporcionarles una aproximación a los casos con una formulación que permite tener una fotografía clara de los problemas y las soluciones para un consultante en particular, es un plan que está diseñado para ser revisado constantemente y testeado. DBT dota con herramientas para responder de manera informada, eficaz y respaldada.